
Valores y enfoque
Somos de la opinión de que lo que debe nacer, lo que debe venir, probablemente, como hemos visto una y otra vez en la historia, vendrá de lo más improbable.
Incluso ahora, seguimos creyendo que la gente corriente, la que a menudo no cuenta, puede hacer historia. Como mínimo, podemos ser protagonistas en nuestras propias vidas y comunidades. En medio de tanta necesidad de grandes cambios, el primer paso o el siguiente nos acerca un poco más. Es la chispa que nos impulsa a seguir adelante. Este conjunto de herramientas se ofrece con el espíritu de la chispa, el primer paso o el siguiente, hacia la promesa de realizar el cambio en nuestras comunidades e igualmente importante para transformarnos a nosotros mismos.
Las personas primero
Participamos en la política con nuestra gente para construir poder y transformar la esfera pública. Esto no es posible sin una base organizada de gente en acción que exija cambios. Una política del pueblo puede abrir espacios en el gobierno para reclamar lo que es nuestro y construir algo nuevo. Esto no depende de saber jugar al juego de la política, sino de cómo nos organizamos para exigir y transformar lo que es posible. Juntos podemos implementar nuevas formas de hacer política que pongan a las personas por encima de los beneficios, basadas en la cogobernanza, la solidaridad, los feminismos comunitarios y la autodeterminación, creando nuevos vínculos entre el Estado, la democracia y nuestras comunidades.
Aunque el Estado y el Gobierno son ricos, nuestras comunidades no suelen percibir esa financiación y, en cambio, parece que siempre pagamos los platos rotos. Ahora es más importante que nunca reclamar el concepto de "lo público", que incluye a toda nuestra gente y todo el dinero que se ha acumulado con nuestro trabajo. Todos tenemos derecho a la vivienda, la sanidad, unos ingresos dignos, espacios públicos y mucho más. Nuestra labor organizativa y política debe abordar las barreras que niegan, retrasan o restringen su acceso en nuestras comunidades.
Nuestro Horizonte es el Buenvivir
En última instancia, nuestro horizonte político es el Buenvivir: la autodeterminación de nuestras comunidades y nuestro derecho a vivir con dignidad. Estamos despejando un camino que no refuerce el statu quo y que, por el contrario, nos conduzca hacia la abolición de los sistemas que nos perjudican. Necesitamos reivindicaciones fuertes que se basen en nuestra realidad, pero que también nos recuerden nuestro horizonte político y lo que es posible más allá de nuestro momento actual. Aunque nuestras victorias locales no deberían hacernos retroceder ni comprometer nuestra capacidad para seguir luchando, no podemos esperar al momento perfecto para aprobar la política perfecta, porque estaremos esperando para siempre. Luchar por el Buenvivir requiere que hagamos todo lo posible por construir hoy, paso a paso, las comunidades en las que queremos vivir mañana. Es una práctica que prefigura cómo queremos vivir mañana a través de nuevos modelos de vida y de relación entre nosotros, empezando aquí y ahora.
El poder de aquí
En esta caja de herramientas nos ocupamos del trabajo municipal como nuestro lugar de lucha, sin perder de vista el ámbito federal: lo que hacemos localmente también configura el panorama nacional. Las victorias tangibles a nivel local nos han mostrado y seguirán mostrando a la gente cómo la participación en política puede cambiar nuestras vidas. Localmente, donde tenemos bases de personas, nuestras comunidades pueden ver su impacto para conseguir cambios reales y transformar así la relación de poder entre los distintos niveles de gobierno y la comunidad. Con demasiada frecuencia, las ciudades y los gobiernos locales no reconocen lo que se puede hacer para abordar los problemas que afectan a nuestras comunidades. Sostienen que cuestiones como la inmigración y la justicia reproductiva son asuntos federales y que no hay mucho que puedan hacer al respecto. Este conjunto de herramientas rebate esa suposición y explora lo que es posible cuando recuperamos lo que es local y construimos el tipo de ciudades y localidades que garantizan nuestros derechos. Es importante que conozcamos los presupuestos, las infraestructuras y las políticas locales y que presionemos para que nuestros municipios hagan más.
Sin, Contra, Desde
No hay un único camino o dogma para mejorar la vida de nuestras comunidades. Nuestros problemas son sistémicos, arraigados en sistemas complejos y en constante cambio. Necesitamos una multiplicidad de estrategias para lograr el cambio que se inspiren y tejan vínculos entre lugares y experiencias. Sin/Contra/Desde son estrategias organizativas para construir poder trabajando fuera, contra y desde dentro del Estado:
Sin el estado es un trabajo creado por las propias comunidades, bajo su control, para construir alternativas que vayan más allá de las convenciones y el statu quo. Cuando el mercado y el Estado no pueden o no quieren satisfacer las necesidades de nuestra gente, estos proyectos son modelos prefigurativos del mañana que queremos ver, y en el que estamos trabajando hoy.
Contra el estado significa que desafiamos al poder, hacemos demandas y exponemos los daños dentro del sistema actual a través de campañas, acción directa, trabajo narrativo y más.
Desde el estado es donde luchamos por el espacio y el poder dentro de los sistemas de gobierno ya existentes. Nos esforzamos por transformar el funcionamiento de la gobernanza, por profundizar en la democracia para que nuestra gente pueda participar activamente en los espacios de toma de decisiones, y para que los representantes electos se muevan junto con las comunidades organizadas para mover las demandas políticas y acceder a los recursos públicos para el bien común.